Michael Meding: «El RIGI es un muy buen elemento para traer confianza y competitividad para Argentina»

Los Azules presentó la adhesión al RIGI por US$227 millones, lo que permitirá a McEwen Mining avanzar hacer la factibilidad para aplicar hacia una decisión de construcción o FID. Michael Meding, VP y General Manager de McEwen Copper, analiza los próximos pasos, posibles alianzas estratégicas, y distintos escenarios para el proyecto de cobre situado en Calingasta. Con la obtención de la DIA en diciembre pasado para la construcción y futura operación del proyecto, Los Azules tiene el potencial de comenzar la construcción a principios de 2026.
¿Se puede hablar de plazos para la aprobación del RIGI?
Las autoridades ya nos han contactado; ha sido algo muy positivo porque ya tuvimos conversaciones donde nos informaron que han observado nuestro requerimiento de adhesión al RIGI. En las próximas semanas nos invitarán para presentar el proyecto. Por el momento son los plazos que se pueden informar.
Con los beneficios del RIGI, ¿Los Azules rivaliza con cualquier proyecto similar en Chile o Perú?
Hemos realizado varios análisis del impacto del RIGI, lo que lleva la carga fiscal a un nivel como el que se observa en Chile, país que no es el de hace 20 o 30 años, cuando hubo mucho desarrollo minero y la carga fiscal era más baja.
Creo que es importante pensar en la estabilidad fiscal por 30 años, algo muy importante a la hora de tomar decisiones de inversión, o de obtención de préstamos porque son a muy largo plazo, y los que prestan los fondos quieren estar seguros que los mismos podrán ser reembolsados tomando en cuenta todos los riesgos que hay en minería como cuestiones técnicas, constructivas, presupuestarias, precios de mercado de metales, geopolítica, entre otros. El RIGI es un muy buen elemento para traer más confianza y competitividad para Argentina.
Los Azules se sitúa en el Top 10 de proyectos de cobre sin desarrollar a escala global, ¿cuál sería la característica distintiva de este emprendimiento?
Creo que, a nivel internacional, nuestro diferenciador es que queremos ser un proyecto generativo, con una huella medioambiental muy baja, con emisiones de CO2 muy bajas; tenemos previsto consumos de agua mucho menores que otros proyectos comparables que incluyen concentradores y molinos.
También tenemos el aspecto de que queremos dar un entorno de trabajo muy distinto a los trabajadores, y es por ello que también se desarrolla un campamento muy diferente. Una vez que entre en operación, y para que podamos cambiar el paradigma de la minería -de crear un lugar donde la gente trabajará- a un lugar donde también podrán estar, recuperarse en un ámbito verde, algo muy atractivo para los trabajadores.
Otro diferenciador es que contamos con un equipo conformado por muchos sanjuaninos que contribuyen con su experiencia de décadas en minería en la provincia, con muchas ganas para que su proyecto se materialice. Y creo que también nos diferencia porque nos permite un compromiso y una velocidad distintos.
¿El proyecto podría verse aún más ampliado de lo que se conoce?
Estuvimos enfocados en factibilizar el proyecto, pero en paralelo estamos buscando nuevos blancos de exploración, y hemos identificado algunos con buenos resultados. Pero cabe recordar que la participación de Rio Tinto -y el procesamiento a través de su empresa tecnológica Nuton- ya está pensando en un alargamiento de la vida útil en la PEA (Evaluación Económica Preliminar) en aproximadamente doce años, desde 27 a 39 años aproximadamente.
Por lo tanto, estamos trabajando en varios frentes: uno es la factibilidad, el otro es ver cómo se podría dar mayor valor a largo plazo, y un tercero es cómo disminuimos el riesgo del proyecto tanto en tiempo de construcción como en términos de financiamiento y de ejecución.
Con socios como Rio Tinto y Stellantis, ¿cuáles son los próximos pasos en Los Azules?
Los próximos pasos consisten en trabajar en la factibilidad y la ingeniería de detalle hasta tal nivel en que se pueda tomar la decisión de construcción; esto es algo que también se presentó como proyecto dentro del RIGI.
Y también la construcción. Se debe tener en cuenta que se requiere de un financiamiento muy importante: son los US$227 millones que ya hemos financiado más los US$2.500 millones para la construcción. Por lo que este año y el siguiente estaremos enfocados en avanzar el proyecto, y por otro lado asegurar el financiamiento adecuado.
Recientemente participó de una visita a Japón, ¿qué resultados se obtuvieron? ¿Se puede pensar en alguna forma de colaboración?
Visitamos Japón con dos metas importantes: evaluar posibles proveedores de equipamientos porque necesitamos una flota importante de equipos que no se fabrican en Argentina, sino en diferentes lugares del mundo; y por otro lado analizar posibles financiamientos, tanto de la compra de equipos, o de off-take agreements, o posibles oportunidades de inversión adicional de otros socios estratégicos.
Los japoneses ya son socios en varios proyectos mineros, y nos interesa tener estas conversaciones para saber si tenemos algún punto de acercamiento.
¿Cómo se manejan las expectativas de las comunidades?
El proyecto avanza a toda velocidad, como siempre: lo que cambian son los tipos de trabajo, y eso significa menos mano de obra en el proyecto, como informamos previamente.
Nuestro enfoque es factibilizar el proyecto, contar con la ingeniería, financiación y construcción. A veces es complejo conciliar las expectativas de las personas con la realidad de los proyectos mineros, los cuales tienen otras líneas de tiempo: la gente tiene necesidades para hoy, y el proyecto minero tiene necesidad de financiamiento y trabajos que no se hacen “de la noche a la mañana” por más rápido que uno quiera avanzar.
Como ejecutivo minero con experiencia en Argentina, ¿cuál sería su mensaje para el inversor que se dará cita en la próxima convención de la PDAC en Toronto?
Es importante para cualquier inversor observar que EE.UU. y Argentina comparten algunas similitudes. En el caso de EE.UU. cuando se invierte en minería depende mucho en qué estado se encuentra; y lo mismo pasa en Argentina con provincias con políticas de desarrollo minero muy claras, con buenas proyecciones hacia el futuro como en el caso de la provincia de San Juan, con más de 20 años. Creo que ese es un mensaje de importancia.
El otro mensaje es observar las opciones existentes: en Argentina hay oportunidades de invertir, pero siempre se deben tener en cuenta los ciclos de las economías.
Fuente: Panorama Minero