¿Cómo es el trabajo de las mujeres que buscan oro en Veladero?

El sector minero estuvo históricamente copado por hombres, aunque cada vez más mujeres ocupan puestos. El caso Veladero, la mina de oro insignia de la Argentina, ilustra esa tendencia en la que geólogas, ingenieras y conductoras especializadas en maquinaria pesada ya son el 11 por ciento de la fuerza laboral del proyecto.
El trabajo en una mina es muy bien remunerado –un 250 por ciento encima de los sueldos medios de la economía-. Es tan bien pago como duro, difícil en campo, sobre todo físicamente hay que estar preparado para resistir a alturas extremas, inclemencias climáticas y riesgos físicos. Por eso, en parte, históricamente las mujeres consideradas ‘el sexo débil’ en el siglo pasado, no encontraban lugar en esta industria. Hasta ahora.
La altura se siente, y mucho. En las minas de la cordillera, por ejemplo, llega a los 5000 metros sobre el nivel del mar, por lo que la preparación física es importante, la resistencia necesaria y la profesionalización indispensable para sumarse a un proyecto minero. Todos factores que hasta hace algunos años, no más de dos décadas, seguían trabando las contrataciones de mujeres, que por otro lado tenían sus propias resistencias a postularse en el sector. «Las minas no son para minas», era una fantasía popularizada. Tanto que se extendía el mito de que una mujer traía mala suerte en una mina.
TE PUEDE INTERESAR: Arrancó un ciclo de capacitaciones para proveedores mineros
Hoy, ni el término mina es bienvenido por las mujeres ni las minas son solo cosa de hombres. En las minas trabajan alrededor de 85.000 personas. El crecimiento del peso de las mujeres en la fuerza laboral minera crece a 1 por ciento al año y se ubica cerca del 10 por ciento del total, según datos del sector.
Así, sin mitos, con menos prejuicios y con mujeres cada vez más capacitadas en carreras específicas como la geología y la ingeniería en minas, hasta operarias de maquinaria pesada o conductoras de camiones de 8 metros de altura, las minas empiezan a poblarse con mayor diversidad de género. Todavía falta pero las mujeres mineras ya conocen los limitantes y las empresas trabajan con programas específicos para desterrarlos.

Una visita a la mina de Veladero me sirvió para conocer a las mineras que ya sienten que ese es su lugar y están calificadas incluso para los desafíos que encuentran. Llegar a Veladero también me sirvió para experimentar física y emocionalmente lo que significa el trabajo de las mujeres en proyectos mineros, a 5000 metros de altura, con poco oxígeno, y hasta 15 días sin bajar a sus casas.
TE PUEDE INTERESAR: Representantes del sector corporativo remarcaron las ventajas que presenta la minería
Los controles médicos son exhaustivos para los visitantes esporádicos y diarios para los trabajadores de la mina. Camino a la planta, unas siete horas de viaje desde Iglesia de pura subida, hay puestos médicos. En el corazón de la mina incluso, un hospital preparado para cualquier situación de emergencia hasta con cirujanos.
En Veladero trabajan 3500 personas (99 por ciento de ese personal es nacional, un 89 por ciento de ese grupo es provincial y 24 por ciento de comunidad). El 11 por ciento del total son mujeres. Si bien el número es bajo todavía, en 2021 representaba solo el 5 por ciento, según explicó Laura Hernández, jefa de Comunicaciones de la mina. En el último año, el 55 por ciento de las contrataciones fueron mujeres.

Veladero es una empresa conjunta, 50 por ciento propiedad de Barrick y 50 de Shandong Gold. Está ubicada en San Juan, a 374 kilómetros al noroeste de la capital, en el departamento de Iglesia, a una altitud de entre 4000 y 4850 metros sobre el nivel del mar.
Se construyó entre 2003 y 2005, con US$ 828 millones de inversión, lo que representó el 6,2 por ciento de toda la inversión privada directa en Argentina durante estos años. Hace 17 años que es la mina de oro insignia en Argentina con más de 10,4 millones de onzas de oro y 19 millones de onzas de plata vertidas hasta hoy.
En 2020, Veladero extendió su vida útil por 10 años más, y lo sostiene aun cuando el contexto económico no es ideal para la minería y específicamente para el oro y la plata. El alza de los costos en dólares, la caída de la producción y las trabas para importar están jaqueando los proyectos en funcionamiento y limitando las inversiones en planes futuros con foco en estos dos minerales, que representan casi 80 por ciento de las exportaciones mineras.
Pero en paralelo con las dificultades que puede pasar el proyecto, los programas bajo el lema «cerrando brechas» continuaron y se intensificaron.
Franca D’angelo es geóloga, trabaja en el área de Geotécnica de Veladero. Se encarga de las construcciones, por ejemplo, de contención de aludes y limpieza de bancos, entre otras cosas. «Este es un ámbito difícil para entrar a trabajar pero una vez que lo haces, el crecimiento es exponencial», dice. Se recibió en 2016 y señala que en sus entrevistas siempre había pesado el hecho de ser mujer por considerar ser madre y tener que cuidar a sus hijos y coordinar con su marido, pero asegura que hoy se abrieron esas posibilidades gracias a la concientización de las empresas.
Claudia Chirino ingresó como joven profesional en Veladero, en el área de servicios técnicos. «Yo invito a las mujeres a postularse para trabajar en esta industria», dice aunque advierte que es difícil y genera muchos sacrificios por dejar familias y afrontar condiciones muchas veces adversas. En esa línea, coincide Victoria Merino, su compañera de área. Es ingeniera industrial y trabaja hace un año en Veladero.
Esta hoy «mujer minera» comenta que nunca se imaginó trabajar en esta industria. Ahora asegura que la minería es muy positiva para crecer profesionalmente a pesar de que hay que saber que los mineros se pierden muchas cosas de su vida social y familiar por el tiempo que demanda estar en la mina.
A la vez, todas las mujeres relatan el apoyo de sus familias e incluso el orgullo que les despierta a sus hijos o maridos, la tarea que realizan. Un caso especial es el de las conductoras de los camiones fuera de ruta, imponentes máquinas de 8 metros de altura que circulan por los laberintos ventosos de la mina.

Muchas de ellas llegaron con el curso de operadoras de camión fuera de ruta en comunidades de Veladero. Se trata de una iniciativa de la empresa para fortalecer el rol de la mujer en la industria minera y que cuenta con 41 participantes como resultado de la primera y segunda edición, donde se capacitaron chicas iglesianas que hoy se encuentran en su mayoría trabajando en la operación.
En el segundo semestre de 2022, se desarrolló la tercera edición, donde un grupo de 22 mujeres iglesianas y jachalleras se entrenaron.
En Veladero hay además programa de graduados con 38 universidades locales, que incluyen la llegada de más mujeres a la mina. Y el de jóvenes talentos, programa que se desarrolla desde 2020 a 2022 y cuenta con 53 participantes en total con una fuerte impronta en el balance de género, con 38 mujeres que representan el 70 por ciento.
Se ejecutan también capacitaciones de operadores de conductores de camiones para mujeres y hay un trabajo intenso con la comunidad, con asistencia económica y mentoreos para emprendimientos liderados por mujeres en Iglesia y Jáchal, como Incubadoras de empresas comunitarias.
Los contratos de Veladero con proveedores comunitarios se duplicaron desde 2020. Se desarrollaron proveedores en bolas de molienda, servicio de limpieza, corte de vidrio, movimiento del suelo, contratistas de proyectos y construcción, y transporte de personal.
Incluso, más allá de la minería Veladero apoyó más de 60 proyectos en 3 años. Se destinó US$ 121.000 en equipos para informática, carpintería, deportes, servicios eléctricos, mantenimiento artesanal, cerrajería, gastronomía y agricultura. El aporte permitió un 30 por ciento de aumento promedio en las ventas, y un aumento significativo en los empleos.
Hace dos años, la empresa acordó la creación de un nuevo fideicomiso para obras de infraestructura de la comunidad que se fondea con el 1,5 por ciento de las ventas de la mina. Eso se calcula que hasta 2030, mientras sigue operando la mina, serán US$ 138 millones de dólares de inversión en las comunidades de Iglesia y Jachal, en obras de energía y agua.
Desde que comenzó sus operaciones, supera los US$ 10.000 millones en bienes, servicios e impuestos pagados en la Argentina. Desde 2012, cuando Veladero comenzó un plan de mejora de infraestructura y expansión, se invirtieron US$ 342 millones.
Fuente: El Cronista